He soñado una carta


Esta mañana intentaba dormir en el tren, camino del trabajo. Como cada día, me he puesto los auriculares después de hojear el periódico por encima, he leido unas páginas del libro que estoy leyendo y he decidido hacer un esfuerzo para descansar y recuperar el tiempo que esta noche he pasado discutiendo...
Pero no podía dormir. Y la mente ha derivado hacia una carta. En mi sueño despierto, las frases fluían una tras otra a medida que desarrollaba el mensaje que debía contener esa carta.

Al final no he dormido haciendo de escriba ciego.

Y ahora que tengo los ojos abiertos, y el tiempo para escribir esa carta, ha pasado una eternidad entre esa carta soñada y este mundo real: he viajado a mi pasado y he vuelto a la universidad en compañía de alguien que -aunque debería formar parte de ese mismo pasado- está muy presente en mi presente, de paso por mis sueños y como una incógnita en mi futuro. En esa universidad enquistada en mi curriculum he visto una amiga que hacía tiempo que no veía, hemos quedado para vernos en unas semanas, y he comido un sandwich con alguien con quien trabajé hace ya un par de años...

De vuelta hacia el trabajo, he vuelto a dormir. Sólo que esta vez no he soñado cartas. Ha sido un sueño vacío.

Como me siento ahora, intentando rememorar todo lo que esta mañana no he escrito mientras no dormía.

Comentarios